«Las elecciones celebradas el domingo me revelan claramente que no tengo hoy el amor de mi pueblo… Espero a conocer la auténtica y adecuada expresión de la conciencia colectiva, y mientras habla la nación, suspendo deliberadamente el ejercicio del Poder Real y me aparto de España». Eran las palabras de Alfonso de Borbón, desde el exilio, después de haber abandonado el país, tras conocer los resultados de las elecciones municipales del día 12 de abril de 1931. (Ver artículo de la pasada semana: Los monárquicos dieron la espalda al rey).