El ciudadano francés Raymond Pouech halló en un mercadillo de antigüedades, cerca de Perpiñán, un fondo de negativos fotográficos, algunos de los cuales se encontraban envueltos en trozos de papel con notas caligráficas. Lo que más llamó la atención de Poueches que en las inscripciones aparecía repetidamente la palabra “Montsec”, la cordillera prepirenaica que cruza parte de las provincias Huesca y Lleida. Pouech adquirió el lote porque parte de sus antepasados procedían de esta zona, o al menos esto es lo que dijo a Josep Cruanyes, presidente de la asociación Comissió de la Dignitat (Comisión de la Dignidad), cuando este compró los negativos en una subasta.