El que los restos de Blas Infante, dos alcaldes de Sevilla, 22 concejales y miles de sevillanos represaliados –unos 3.800 en total– continúen no ya sin exhumar ni identificar, sino tan siquiera sin señalizar en el cementerio de San Fernando, habla a las claras de la importancia que las autoridades suelen conceder a la justicia histórica. Con idea de cambiar esa tendencia, el grupo de trabajo denominado Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucía (RMHSA de CGT-A) se reunió ayer con el alcalde, Juan Espadas, para trasladarle la importancia de afrontar este déficit de atención al pasado y se comience al menos por esa señalización que sea el primer paso para la recuperación honrosa de los restos.