En la primavera del 37 la ciudad de Jaén vivió uno de los episodios más dramáticos de su historia. El 1 de abril seis aviones de la Legión Cóndor del ejército nazi al servicio de los militares sublevados dejaron caer más de 68 bombas por orden del general Queipo de Llano en el perímetro de la capital. La incursión aérea dejó un reguero de muertes que aún permanece vivo en la memoria de muchos jiennenses.