Francisco Franco fue un dictador que gobernó España con puño de hierro casi cuarenta años. Cientos de miles de personas murieron durante la Guerra Civil y se calcula que no menos de 50.000 fueron asesinadas o ejecutadas durante el franquismo.
Sólo los apóstoles de los cirujanos de hierro y del ordeno y mando pueden alabar una dictadura. En 2015, los acólitos franquistas apenas dan para llenar el salón de un hotel una vez al año, y sus manifestaciones en defensa del que califican con lágrimas en los ojos de «Generalísimo» congregan a menos gente que una hipotética marcha en defensa de las cucarachas.