El Parlament ha dado un paso más para lapidar uno de los vestigios de la dictadura: los juicios sumarísimos en Catalunya. La Cámara catalana ha aprobado la ley que declara nulos los tribunales franquistas y las 63.961 sentencias desde la guerra civil hasta el restablecimiento de la democracia. Aunque hay unanimidad sobre el alto valor simbólico de la medida, no está claro qué efectos jurídicos tendrá cara a la reparación del daño o a las reclamaciones que pudieran producirse.