La derecha política y mediática está embarcada en una campaña de acoso político contra Podemos. Una de sus acusaciones favoritas es la de ser un partido político populista y totalitario que seguiría el modelo supuestamente dictatorial del gobierno venezolano. Diversos dirigentes socialistas e intelectuales afines han desarrollado también una crítica hacia e27sta fuerza política, con su identificación con el populismo y su supuesto carácter antipluralista. Nos centramos en este plano político-ideológico, evaluando el sesgo tergiversador y sectario de ese descrédito infundado.