El franquismo declara el Estado de Excepción en todo el territorio nacional. Año 1969. El declive de la dictadura enlaza con el auge de las movilizaciones obreras. Una nueva España reclama cuentas políticas, económicas y sociales a un viejo régimen que no se amedrenta. Todo lo contrario. La represión se recrudece. Las detenciones están a la orden del día y el Tribunal de Orden Público (TOP) afianza esos arrestos con una veloz carrera de procesamientos. La lucha por la democracia no es incruenta y deja un reguero de víctimas en el camino. Entre ellos, los deportados. O los dirigentes de Comisiones Obreras (CCOO) que sufrieron el conocido como ‘Proceso 1001’.