Oskar Gröning, 94 años, pagará al final de su vida por los crímenes que cometió cuando era un veinteañero. El tribunal de Luneburgo ha condenado a este antiguo oficial de las SS a cuatro años de cárcel por cooperar en la muerte de al menos 300.000 internos de Auschwitz. Gröning no participó directamente en la muerte de ningún prisionero, pero ahora se le considera responsable de colaborar entre 1942 y 1944 en la maquinaria criminal del campo de concentración y de exterminio nazi.