Llegir documents que fan referència a la situació concreta d’una època, pot transportar-nos a reviure els mateixos fets. Almenys, aproximar-nos a sentir la sensació o escalfor d’aquell clima. En el cas de la postguerra civil espanyola, i concretament del primer període franquisme, hi ha textos que ens fan vibrar i apropar-nos a aquells moments. Llegir una sentencia dels tribunals militars; un plec de càrrecs per depurar suposades responsabilitats d’un funcionari; la carta a la família d’un pres des del passadís de la mort; qualsevol dels bans públics que feia diàriament el pregoner; etc., a mi em deixen, si més no, incòmode. És la manera verbal menys agressiva que tinc de dir-ho.
Cal recuperar fins i tot els més petits detalls de memòria d’una etapa històrica que l’Administració franquista va enfosquir a partir de l’any 1939 i els següents. A més ho va fer dintre d’un clima de terror. Dic clima de terror conscientment, encara que a alguns nostàlgics –o conformistes– pot sonar-los dura l’expressió. Afig també que el règim de 1978 no ha donat encara tota la claror que el tema mereix. Prova d’això és que cada dia descobrim noves associacions que sense cap ajuda de l’Estat –o molt poques– estan treballant per la recuperació de la memòria històrica en diferents camps.
La policía española no tiene previsto detener a los 19 excargos franquistas reclamados desde Argentina e imputados por crímenes de lesa humanidad y torturas, a pesar de la orden de Interpol que ha recibido este miércoles.
Unos 284 cuerpos de víctimas de la represión franquista fueron localizados gracias a las 14 exhumaciones de fosas comunes realizadas en Extremadura en los últimos años, según ha afirmado hoy el director general de Bibliotecas, Museos y Patrimonio Cultural, Francisco Pérez Urban.
Si en España no hay respuesta, tal vez la haya en Argentina. La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), que preside a nivel nacional Emilio Silva, está trabajando en la próxima interposición de una denuncia por el caso del asesinato de Federico García Lorca, del que este año se cumple el 80 aniversario, ante la justicia argentina, en tanto que la española “ha cerrado todas las puertas posibles”.
La marcha en Borredon que recorre el camino que los refugiados republicanos tuvieron que hacer entre la estación y el campo de concentración de Septfonds y/o al cementerio español. Se trata de un acto público. La estación de Borredon y el campo de Septfonds están cerca de Montauban, ciudad donde se encuentra tambien la tumba del Presidente M.Azaña (región Midi-Pyrénées)
Transcurridas ya casi cuatro décadas desde la transición sabemos con certeza que el franquismo no pasó en vano. La España que surgió de esos años que van de 1977 a 1982, por más que volviera a ser una democracia formal, carecía de relación alguna con la España aplastada por el golpe militar de julio de 1936, por la guerra y por la interminable represión. Esto afecta a todos los partidos pero muy especialmente a la izquierda, aniquilada sin contemplación alguna. Sin embargo, ocurre algo curioso: la derecha surgida de la dictadura y de la transición tiene relación con el franquismo. No sólo es que la antigua AP (creada por conocidos franquistas) o el PP que le sucedió no hayan abordado nunca algo parecido a una ruptura con el pasado franquista, sino que incluso algunos de los principales líderes del PP asumen tranquilamente aquel régimen. Esta actitud ha ido a más con el tiempo. Incluso hemos podido ver cómo se negaban a realizar mapas de fosas o cómo no aplicaban la descafeinada normativa legal tras la aprobación de la ley de memoria histórica. Estamos una vez más ante el viejo lema de la derecha española: acato pero no cumplo.
SEIS AÑOS EN LA PUERTA DE SOL REIVINDICANDO DIGNIDAD
Vamos a cumplir seis años manifestándonos cada jueves del año, haga frío o calor, llueva o nieve, en la madrileña Puerta de Sol para reivindicar el reconocimiento jurídico y político de las víctimas del franquismo.
Partiendo de la estatua ecuestre dedicada a Carlos III, hacemos cada jueves lo que llamamos nuestra ronda de la dignidad, dando varias vueltas a la plaza y parándonos en cada vuelta ante la fachada del edificio de la Real Casa de Correos, antigua sede de la Dirección General de Seguridad, donde homenajeamos a las víctimas que pasaron por sus calabozos y sufrieron torturas y en algunos casos asesinato.
