En la postguerra, cuando nada se tiene, con cualquier trasto se juega; y si no lo hay, el cuerpo es el juguete: La Memoria al servicio de la Justicia.

Esta sencilla historia me emociona por la inocencia de su protagonista, niño pobre de postguerra. Se la contó, ya de mayor, el antiguo niño Manuel Jimena, a Carlos Elordi. El testimonio fue publicado en la obra de este escritor y periodista en «Los años difíciles». Colección Punto de Lectura. Santillana. La he dividido en dos bloques, separados por fotografías. Leedla hasta el final. Un abrazo para tod@s.

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