Artista, profesor y catedrático de dibujo, José Manaut Viglietti era también republicano, masón y anticlerical y por ello los fascistas vencedores lo apresaron, condenaron, depuraron, sancionaron, separaron del servicio público, apartaron de la docencia, anularon su condición de funcionario e inhabilitaron de por vida. Recluido, liberado pero desterrado y confinado, Manaut se sintió profundamente afectado hasta la más intima esencia de su ser por su traumática experiencia como víctima de la represión en las cárceles de Carabanchel y Porlier, ambas en Madrid. Allí dibujó cientos de retratos y apuntes sobre compañeros presos en capilla, tristes, deprimidos, a punto de ser fusilados. Manaut ocultó sus dibujos y consiguió escamotearlos escondidos entre la ropa sucia que su esposa sacaba de la prisión para lavar.