Entre los últimos meses de 1936 y los primeros de 1937 desaparecieron casi 900 personas en las Islas, a las que se añaden los 123 hombres fusilados durante la guerra.
Tras la guerra los detenidos fueron enviados a prisiones como las habilitadas en el almacén de la compañía frutera británica Fyffes en Tenerife y al campo de concentración de Gando en Gran Canaria.