Manuel Campo Vidal
Per Alex Bonet Llegó al barrio Almeda de Cornellà a los nueve años procedente de la Franja (Camporrells, Huesca, en donde nació en 1951). Como entonces no había instituto en Cornellà, estudió bachillerato en el Copem de L´Hospitalet y de ahí su vinculación con esa ciudad. Ingeniero Técnico, periodista y también sociólogo gracias a una pequeña beca de la Fundación Bofill que le consiguió Joan García Nieto para estudiar en París con Manuel Castells, escribió sus primeras crónicas en el Carrilet, revista parroquial de Almeda y en El Pensamiento de Cornellà. Corresponsal de la ciudad en Tele-eXpres, diario del que era subdirector cuando cerró, considera que “la local es una excelente escuela de periodismo”. Cuando tenía once años vivió, como toda la comarca, la primera inundación del Llobregat. Los muertos no llegaron a Almeda pero sí muebles, colchones y un baúl con las colecciones completas del Capitán Trueno y del Jabato empapadas en barro: “Con el baloncestista Manolo Flores, compañero del barrio, solemos recordar la escena y aún nos impresiona pensar que detrás de aquel “tesoro” para nosotros estaba la tragedia de algún niño desaparecido”. En la siguiente inundación, la de 1971, encabezó junto con otros compañeros, desde el Centro Social Almeda y las clandestinas Comisiones de Barrio, las movilizaciones por la canalización del Llobregat. Antes, cuando contaba 19 años, había dirigido, con Ramón Rull y otros vecinos, la lucha contra el Plan Parcial Almeda que evitó la edificación de dos torres de viviendas en el parque de la Fundación Belloch-Pozzali. Toda su familia - sus padres y sus hermanos Luis, María Teresa y Anabel- se implicó en aquellas protestas. Considera determinante en su vida el haber vivido en la “Factoría de hombres” creada por García Nieto, tal como la bautizó en el prólogo del libro-homenaje al jesuita. Y de forma especial le influyó la “Setmana de la Joventud del 68” y la primera conferencia a la que asistió, impartida por Alfonso Carlos Comín, sobre los sucesos del Mayo francés. “Aquella noche muchos de nosotros nos hicimos comin-istas”, afirmó en el homenaje a Alfonso en Barcelona, en Noviembre de 2005, veinticinco años después de su prematura muerte. Cuando se le preguntó por su ideología actual en el programa Tele-Monegal de BTV respondió: “Un militante prosoviético de Cornellá me diagnosticó que yo era un socialdemócrata de mierda. Creo que tenía bastante razón. Ahí sigo.” La ruta política emprendida en 1972 tras Comín, García Nieto, Solé Tura y Jordi Borja, le llevó a ingresar en el PSUC el 1 de Diciembre de 1974. Representó a Cornellà y al Baix en la Assemblea de Catalunya hasta su disolución, desde que sustituyó a Francisco Ruiz, varias veces detenido. Fue uno de los organizadores del gran mitin de Sant Boi, el 11 de Setembre de 1976, y, veinte años después, al conmemorarse aquella manifestación en la misma Plaza de Catalunya, se le encargó la presentación del acto. Según declaró Pere Portabella a El Pais en ese aniversario, “en el Secretariat de la Assemblea, Manuel Campo nos había propuesto Sant Boi pero preferíamos una manifestación, más central, en Barcelona. Después de tensas negociaciones con el gobernador Sánchez Terán, conseguimos el permiso pero condicionado a sacar el acto de Barcelona. Entonces recuperamos la propuesta primera. En julio de 1975 es uno de los firmantes del Manifiesto de los 22 reivindicando ayuntamientos democráticos. En enero de 1976 firmó el Manifiesto de los 48 en pro de la amnistía, formando parte de la comisión que se lo entregó al Alcalde de Cornellá Josep Mª Ferrer. En abril de 1976 participó en la constitución de la Assemblea Democrática de Cornellá. En las primeras elecciones municipales después de la Dictadura, en Abril de 1979, declinó encabezar la lista del PSUC, promoviendo la opción de Frederic Prieto, aunque figuró en los últimos lugares para apoyarla, porque había decidido dedicarse profesionalmente al periodismo. Dos años después, al cerrar el Grupo Mundo y los cuatro diarios que editaba, se trasladó a Madrid para trabajar en TVE. Presentador de telediarios en TVE-1 desde el 83 al 86 y, después, del programa “Punto y Aparte”, condujo durante cuatro años “Hora 25” en la Cadena SER, dirigió Antena 3 TV y moderó el primer debate electoral entre Felipe González y José María Aznar. A pesar de su intensa vida profesional en Madrid y después en diversas televisiones autonómicas, especialmente en Canal Sur, siempre se mantuvo vinculado al Baix Llobregat a través de conferencias, artículos, prólogos y presentaciones de libros así como numerosos contactos personales, especialmente con Ignasi Riera, Miquel Salas y la gente del Patronat, Luis Campo, Manolo Flores, el Ruiz y el propio José Montilla.
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