Julio Jimenez Castillo
Nací el 24
de Julio de 1958 en Loja (Granada) en el seno de una familia humilde y
trabajadora que debido a la situación general de dicho tiempo sobrevivía como
casi todos de peonadas en peonadas y con un futuro verdaderamente oscuro. En
1962 y como tantas miles y miles de familias dejamos Andalucía buscando mejores
posibilidades y unas condiciones diferentes con más estabilidad y poder
conseguir un empleo que permitiera sacar adelante la familia; familia que como
la mayoría dejábamos atrás infinidad de recuerdos, muchos buenos aunque otros
también desgraciadamente dolorosos. Uno de ellos, al finalizar
la Guerra Civil se
llevaron detenido a mi abuelo materno, Juan Castillo López, un hombre de
izquierdas sin militancia activa, una persona integra, solidaria, al que
animaron a huir hacia Francia ante los hechos que se estaban produciendo y que
su negativa a abandonar a su mujer e hijos le llevó a entrar preso en
la Plaza de
Toros de Granada y posteriormente desaparecer fusilado y tirado como un perro a
alguna fosa común, de la que jamás supimos ni la fecha ni la
situación.
Llegamos a
Barcelona, más concretamente a Sant Joan Despí el año de la famosa nevada. He de decir que siempre
vivimos en el barrio de Las Planas. La situación era mejor que la dejada atrás
pero los inicios fueron también bastante duros, empezamos a vivir en una
habitación alquilada cuatro personas y en el tema laboral jornadas de 12 y 14
horas por parte de mi padre y las faenas que realizaba mi madre en varias casas.
Empecé a estudiar en la primera escuela que hubo en el barrio, Academia Myrian y posteriormente el Bachillerato en el Instituto
Jaime Balmes de Cornellà.
Una de las
personas que más han influido en las diferentes opciones que he ido tomando en
mi vida ha sido mi padre Julio Jiménez Martín, una persona muy implicada en los
diferentes frentes que se movían en
la
Comarca. Fue trabajador activo en Elsa y
representante sindical de Comisiones Obreras en Fergat Española S.A. También trabajó muy activamente en las reivindicaciones de los
terrenos para colegios en Sant Joan y en la creación y
puesta en marcha de
la
Asociación de Vecinos Las Planas. Una persona que sin
militancia en ningún partido, muy vinculado al PSUC, se ha considerado toda su
vida de izquierdas y muy crítico con aquellos que han utilizado la política para
situarse económicamente.
A los 18 años
ingresé en Comisiones Obreras y ese mismo año era elegido Delegado Sindical en
la empresa donde llevo más de 30 años trabajando. En 1992 creí que era el
momento de trabajar en las Asociaciones de Vecinos y sobretodo en la del barrio
de toda la vida,
la A.V.V. Las
Planas, aceptando el ofrecimiento de encabezar la entidad, con un grupo de
personas muy comprometidas en el trabajo diario en el barrio. Paralelamente
trabajamos en la consolidación de uno de los proyectos más solidarios y bien
aceptados por la mayoría de familias de las Asociaciones, Las Vocalías de
Enterramientos, que significaba romper el monopolio que dominaban las Compañías
Aseguradoras (Santa Lucía, Norte Hispana, etc.). Para poder extender nuestro
proyecto nos formamos en Mutualidad con todas las de la ley (Sinera), llegando a contar en 2007 con más de 60.000
personas en nuestra entidad.
Al mismo
tiempo nuestra Asociación de Vecinos, formaba parte de
la Federación
Comarcal, donde también me vi integrado formando parte de
la Junta
Directiva. Durante los nueve años que dirigí
la Asociación de Vecinos,
estuvimos al frente de la mayor campaña realizada en España de insumisión fiscal
“Campaña del Recibo del Agua” donde más de 70.000 familias dijimos basta al
refugio incontrolado de impuestos que significaba el Recibo del Agua. Durante
más de ocho años dejamos de pagar los impuestos tanto a
la Generalitat como a
la Entidad
Metropolitana y solo en principio el consumo de agua,
produciéndose situaciones difíciles donde la compañía cortaba el agua del vecino
y
la
Asociación le daba a continuación con útiles fabricados por
nosotros. La nota triste de todo esto fue la negación de apoyo por parte de los
sindicatos mayoritarios (CCOO y UGT) situación que me llevó a abandonar el
sindicato pues no entendía el que nuestro sindicato no se situara junto a las
capas populares y sobre todo en algo tan claro como era el abuso en un servicio
básico. En el 2004 volví a sindicarme pues creí que en definitiva el sindicato
está por encima de los dirigentes y es necesario que exista la mayor cantidad de
trabajadores sindicados.
Como antes he
hecho referencia, desde 1992 me integré en
la Junta de
la Federación
Comarcal ocupando diferentes cargos de responsabilidad y desde
2002 hasta la actualidad como presidente en una organización que representa a
más de 90 Asociaciones de Vecinos de toda la comarca del Baix Llobregat.
Quisiera hacer
mención a una de las personas que ha realizado un inmejorable trabajo en el
movimiento vecinal durante muchos años, primero en
la Federación del Baix Llobregat como fundador y
presidente y, posteriormente, en
la Confederación de Asociaciones
de Catalunya también como presidente cerca de 15 años.
Una persona íntegra, incansable y con una gran cantidad de proyectos llevados a
la práctica para modernizar nuestras entidades y poder dar a los vecinos unos
servicios que mejoren sus condiciones de vida. Me refiero a Alfredo Vela,
persona que políticamente podría haber llegado muy alto y que haciendo honor a
sus ideas a preferido potenciar y trabajar en las Asociaciones de
Vecinos.
Para finalizar
hacer un pequeño homenaje a todas aquellas personas que sus nombres no figuran
en ningún libro y que durante su vida han dedicado gran parte de su tiempo a
trabajar en los barrios no siendo casi nunca reconocido su esfuerzo pero gracias
a su trabajo han conseguido entre todos poder disfrutar hoy de una sociedad más
solidaria, más moderna y con mejores condiciones de vida para
todos.
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