José Mª Luque Gómez (1924-2005)

Per Francisco Ruiz Acevedo                                                                                          

 
Muchos eran los rasgos característicos de José María Luque: conciencia de clase, concepto de la unidad obrera, honradez, solidaridad y sobre todo la dignidad y el orgullo de ser trabajador al servicio de los de su clase. Este cordobés nacido en Montilla (Córdoba) el 11 de Mayo de 1924 estaba afiliado a la UGT desde su juventud.

Siguiendo la tradición de sus padres, Manuel Luque y Antonia Gómez trabajadores agrícolas, se incorporó a las tareas del campo desde su tierna infancia como medio de subsistencia para la familia y con escasa asistencia a la escuela. Eran tiempos de caciques y terratenientes andaluces que obligaban a trabajar jornadas agotadoras con salarios de miseria.

Con solo 12 años vivió la ocupación de Montilla por los fascistas el 19 de julio de 1936 como consecuencia de la sublevación militar contra el legitimo gobierno de la Republica Española. Su pueblo padeció una de las más terribles represión de Andalucía en donde las detenciones, encarcelamientos y fusilamientos fueron numerosas.

En el año 1952 emigra a Catalunya y se instala en Sant Joan Despí en donde, junto a su hermano, construyen su casa con sus manos. En 1954, a la edad de 30 años, empieza a trabajar en la empresa Elsa de Cornellá como peón en la construcción de hornos refractarios. Salarios bajos, horas extraordinarias y pésimas condiciones de trabajo que a lo largo de los años le traerá como consecuencia el contraer la silicosis y será una de las principales causa de su muerte. Los últimos años de su existencia los pasará con respiración asistida por fibrosis pulmonar.

En el año 1963 los trabajadores de Elsa le eligen como representante en el jurado de empresa. Fue uno de los pioneros de la comarca en buscar el contacto con los trabajadores mediante la estrategia de infiltración en el sindicato fascista. En las elecciones sindicales de 1966 y 1971, convocadas por la CNS, los trabajadores le eligen  Presidente del Ramo Vidrio y Cerámica de Cornellá, Vocal Provincial y miembro del Consejo Provincial de Trabajadores.

En 1969 participa, junto a su inseparable amigo y compañero de trabajo Antonio Sánchez “Patapalo” militante del PSUC, en la fundación de la Cooperativa de Consumo Cornellá que agrupa a las principales empresas del sector y permanece como miembro del Consejo Rector hasta el año 1978.      

En la primavera de 1974 los trabajadores de la empresa Elsa inician una huelga reivindicando mejoras de salarios que acabaría convirtiéndose en la primera huelga general del Baix Llobregat en julio de 1974 y, también, la primera de Catalunya. La policía desaloja la fábrica en un intento de rendirlos de hambre pero la Junta Rectora de la Cooperativa decide abrirles un amplio crédito a través de “vales de comida”, crédito que devolvían por medio de la solidaridad económica de los trabajadores de la comarca. En la Cooperativa se entrevistó con el gerente Francisco Ruiz explicando las intenciones de la empresa y diciéndole: “ Si se acaba la huelga que sea por nuestra voluntad, pero jamás por el hambre”. El conflicto terminó con éxito a excepción del despido de Carles Navales y José Martínez, pero esta experiencia se generalizó por toda España.

En 1975 es uno de los firmantes del “Manifiesto de los 22” en donde se reivindicaban Ayuntamientos democráticos. En 1976 participa en la constitución de la Asamblea democrática de Cornellá adherida a la Assemblea de Catalunya y es uno de los firmantes del “Manifiesto de los 48” reclamando la amnistía laboral y política.

Muerto el dictador Franco en noviembre de 1975 y aprobada en referéndum la reforma política en diciembre de 1976, se celebran las primeras elecciones democráticas Municipales en Abril de 1979,figurando como cabeza de lista por parte del Partit Socialista de Catalunya (PSC-PSOE), en donde será designado 1º Teniente de Alcalde durante la primera legislatura.

Pero si como consecuencia de la guerra civil Franco hundió al país en la más absoluta miseria, con su muerte dejó la herencia de un país sumido en una dura crisis económica en la que durante años padecieron los trabajadores. En este contexto los propietarios de la empresa Elsa no fueron capaces de seguir dirigiéndola por lo que los trabajadores constituyeron, en 1980, una Sociedad Anónima Laboral (SAL) en la que José Mª Luque fue designado Presidente del Consejo de Administración hasta su jubilación en el año 1988.

En el año 1989 el Ayuntamiento de Sant Joan Despí le concede la medalla de la ciudad. El 19 de mayo de 1992 el President de la Generalitat Jordi Pujol le hace entrega de la medalla President Macià y en el 2003 el Ayuntamiento de Cornellá de Llobregat le otorga, junto a Antonio García y Francisco Ruiz, el premio de honor de la Ciutat de Cornellá por su entrega en la defensa de la clase trabajadora y por su lucha por la libertades sindicales y democráticas, que recoge su hijo Miguel,  por encontrarse ya muy enfermo y debilitado. Murió el 23 de Diciembre de 2005, a los 81 años de edad.