Buenaventura San Agustín Serrat (1906-1940)
Per Francesc San Agustín
Vila
En el momento de
confeccionar una semblanza o micro biografía de mi padre para su publicación en
el libro “Peatones de
la
Historia
del Baix Llobregat” me encuentro con grandes dificultades. Por un
lado yo tenía 3 años cuando se marchó al frente para defender la legalidad de
la II
República
, contra la
sublevación militar del 18 de julio de 1936, y 7 años cuando lo
fusilaron.
Pero
existe otra razón más poderosa y es que en mi familia, al igual que en otras
muchas, nadie se atrevía a hablar de todo lo ocurrido por el terror que implantó
la dictadura franquista, de ahí que sólo pueda aportar los datos más
significativos y relevantes de su corta existencia de 34
años.
Mi
padre nació el 28 de julio de 1906, en Alcubierre (Huesca), militaba en
la
CNT
y trabajaba de pintor. Emigró a Lleida y Tárrega de donde se
desplazó a vivir a Cornellà de Llobregat en 1925, con 19 años. En esta población se le
conocía como “El Lleida”, practicaba el fútbol, en
compañía de varios amigos, jugó en varios equipos, entre ellos el Viladecans.
El 24
de diciembre de 1932 se casa con mi madre, Rosalía Vila Adrián, ya fallecida.
Tienen dos hijos, Ramona y Francesc. A mis 73 años
puedo imaginar el sufrimiento de mi familia y en especial el de mi madre. Han
pasado 32 años de la muerte del dictador y 29 de democracia, sin que nadie se
haya preocupado de dignificar la memoria de mi padre, ni la de tantos y tantos
miles de republicanos, cuyo único “delito” fue defender la legalidad de
la II
República
española, contra el levantamiento militar fascista
apoyado por
la Iglesia
Católica.
Durante
los tres años de Guerra Civil fue herido. Al reintegrarse de nuevo al frente le
destinaron al campo de concentración “Els Omells” de na Gaia vigilando a los prisioneros del bando franquista. El
control del campo estaba a cargo del POUM.
En
1939, tras la derrota de las fuerzas republicanas, cruzó la frontera con Francia
en donde fue internado en el campo de concentración de Argèles. Allí vivieron en unas condiciones infrahumanas,
dormir al aire libre en la arena, hambre y falta de higiene, que provocaba la
aparición de parásitos. Vigilados por senegaleses y rodeados de alambradas de
espinos. Ese fue el trato que le dio a todos los refugiados republicanos el
gobierno francés, que se mantuvo “neutral” durante
la
Guerra
Civil.
Preferían un gobierno fascista
antes que una España Roja. Francia no tardó en sufrir las consecuencias del
fascismo con la invasión de las tropas alemanas en 1940, en los inicios de
la II
Guerra
Mundial. Fueron
decenas de miles los republicanos que pasaron de luchar en
la Guerra
Civil
española
a incorporarse al ejército francés para hacerlo contra el nazismo. En los campos
de exterminio nazis fueron asesinados más de 5000
españoles.
Comentó
con otros compañeros de Cornellà de Llobregat su intención de escaparse de Argèles, para regresar junto a su familia, lo intentó pero
fue detenido.
Nuevamente
se escapa y por fin regresa a Cornellà, aquí lo
delatan, lo detienen y lo encarcelan en
La Modelo
de
Barcelona.
Su
madre Joaquina Serrat y su esposa Rosalía Vila le
dirigen al Ayuntamiento de esta ciudad, en fecha 27 de diciembre de 1939, la
siguiente súplica:
“En
unos días tan felices como son los que acaban de transcurrir se dirigen a Vds.
Una madre y una esposa que en ambos hogares se encuentran con un vacío que bien
pudiera ser reparable y se dirigen a Vds. implorándoles clemencia para su hijo y
esposo, Buenaventura San Agustín Serrat, pues bien
conocido es de Vds. su actitud correcta en este pueblo de vuestra digna
Autoridad y que por venganzas sin un fundamento justo nos vemos privadas del
gozo que a todos nos embarga en unos días tan señalados para el bien de la
humanidad y de la futura España”.
“Esperando
que no deberán ignorar el irreparable trance que se le aproxima le renuevan sus
súplicas en favor de este infortunado que con ansias espera de Vds. tener la
gracia de verse conmutada su pena por una más
leve”.
Quedan
emocionadas esperando este favor estas que nunca encontrarán palabras
suficientes de agradecimiento”.
Saludo a Franco: ¡Arriba España!
Juzgado
en un consejo de guerra militar sumarísimo, fue condenado a muerte y fusilado en
el campo de
la
Bota
el 29 de abril de
1940, a
los 33 años. Su cuerpo está
enterrado en la fosa común del Fossar de
la Pedrera
,
junto a miles de republicanos.