Antonio González Merino

Nací en Montilla (Córdoba) un 15 de Agosto de 1.932. Mi padre Juan González León (Lucena 6 de Enero de 1.903) era secretario de las juventudes socialistas en 1.931 y más adelante presidente de la Sociedad de Obreros y Empleados Municipales. Cuando la sublevación militar del 18 de Julio de 1.936 Montilla fue tomada por los fascistas y mi padre para salvar su vida huyó con mi madre Dolores Merino Navarro y sus cinco hijos de corta edad. En Valdepeñas (Ciudad Real) se alistó en el batallón de Félix Torres. Combatió en el frente de Valdemoro (Madrid), y tras la caída de Barcelona, el 26 de enero de 1.939, cruzó los Pirineos. Con seis años fue la última vez, que tengo conciencia, de haber visto con vida a mi padre.  
Mi madre, Dolores Merino Navarro, no tuvo conocimiento de su muerte hasta el día 8 de Marzo de 1.946, a través de una certificación del Comité International de la Croix Rouge , en donde se le notificaba que su marido fue hecho prisionero por las tropas alemanas y conducido al campo de concentración nazi de Mauthausen el 27 de Enero de 1.941, con el número 5.942, junto a otros 1.505 prisioneros republicanos españoles. El 17 de Febrero fue trasladado al campo de Gusen con el número 10.126 en donde lo asesinaron, en la cámara de gas, el 11 de Enero de 1.942. Había cumplido 39 años cinco días antes. Su hermano Manuel lo asesinaron en la cámara de gas en Gusen, con 32 años, el 25 de Noviembre de 1.941.  
Mi madre pasó el calvario para sacar adelante a sus cinco hijos de corta edad, en una población como Montilla, en donde los fascistas tenían un control total de las familias de “rojos apestados”, y las represalias y vejaciones eran constantes y se les negaba hasta el trabajo. Sin embargo nos educó en el amor a nuestro padre y nos inculcó unos principios de dignidad humana, de libertad y jamás se humilló ante las autoridades franquistas. En ese periodo de tiempo pudimos salir adelante gracias a la ayuda prestada por mi tía abuela Transito Navarro que tenia una parcela de tierra.  
Yo llegue a Catalunya el 4 de Septiembre de 1.956, con 24 años, y empecé a trabajar en la construcción (Agroman) huyendo de la miseria, la represión y del auxilio social de la Falange , después de trabajar durante 14 años en el campo a base de peonadas, unos días si y otros no. En Sant Joan Despí, un compañero me acogió en su casa hasta que mi madre  recibió una indemnización del gobierno alemán, con la cual pudimos comprar una parcela y trabajando los domingos construimos una casa en donde pudimos reagruparnos toda la familia.  
El 8 de Julio de 1957 ingresé a trabajar en Siemens Industrias Eléctricas con la categoría de peón. En 1.960, ingresé en la organización clandestina del P.S.U.C. (Partit Socialista Unificado de Catalunya) formando parte del Comité de sector con la responsabilidad de organización. El 13 de Septiembre de 1.962 con motivo de la huelga  por reivindicaciones salariales, fuimos despedidos 42 trabajadores, 12 de los cuales fueron juzgados por un tribunal militar. La huelga con grandes enfrentamientos con la fuerza pública tuvo una duración de una semana.  
Empecé a trabajar de nuevo en la construcción formando parte de la O.S .O. (Oposición Sindical Obrera) la cual no tuvo una gran incidencia, por sus formas clandestinas, que le impedía tener un contacto directo con los trabajadores dada la hegemonía que tenia el sindicato vertical impuesto a la clase obrera por la dictadura franquista. En el año 1.964 participé en reuniones en la Iglesia de Santa Maria de Cornellá con compañeros del P.S.U.C. y otros de la A.C .O. (Acción Católica Obrera) tales como Joan Estrada (Pirelli), José Cano (Matacas), Antonio Morales (Corberó, fallecido), José Fuentes (Pirelli, fallecido), Alfonso Pino (Plasmica), entre otros. También tenía contactos con Ángel Rozas, Tomás Chicharro, Rafael Cruz y Luis Moscoso, de Barcelona. 
En 1.964, una comisión compuesta por Rafael Cruz, Francisco Ruiz y yo mismo (miembros del comité de sector del P.S.U.C., los dos últimos), nos entrevistamos con Oleguer Bellavista, rector de la Iglesia Sant Jaume del barrio de Almeda en Cornellá, el cual nos autorizó la celebración de reuniones, todos los sábados, con trabajadores de diversas empresas. De esta manera fuimos formando una pequeña vanguardia y participe en la constitución de las CC.OO. del Baix Llobregat, que en 1.965 le dimos formas organizativas, con la formación de la Coordinadora , de la cual formé parte.  
El 30 de Octubre de 1966 ingrese en la empresa Tuperin de Sant Joan Despí. Eran tiempos difíciles, de clandestinidad, que se hizo patente el 22 de Abril de 1.967 al salir de una reunión de la Iglesia , con la detención de 42 trabajadores de los cuales 16 fuimos juzgados por el T.O.P. (Tribunal de Orden Público) el 1 de Febrero de 1.969, acusados de reunión ilegal por pertenecer a las CC.OO. declaradas fuera de la ley por el Tribunal Supremo el 16 de Febrero de 1.967.  
En Mayo de 1.969, ingresé en la cárcel Modelo de Barcelona, para cumplir una condena de tres meses. En casa quedaron mi mujer Carmen Aragón y cuatro hijos de corta edad, el menor hacia pocas semanas que había nacido. Pero la incomunicación, la impotencia de la cárcel fue más llevadera gracias a la solidaridad moral y económica que le prestaron a mi familia los trabajadores de la comarca. Al salir de la cárcel la empresa me readmitió  y en honor a la verdad debo decir que fue de las pocas empresas que no sancionó a trabajador alguno por participar en paros por reivindicaciones en el ámbito de la empresa o por motivos solidarios.  
En las elecciones sindicales de Mayo de 1.971, los trabajadores me eligieron para representarles en el jurado de empresa. En 1.973 ostenté la Presidencia de la junta social del metal de Sant Joan Despí. Participé activamente en el periodo 1.974-1.976 durante las tres huelgas generales.  
Participe en la escuela sindical de la C.N .S.. En la fundación de la AA.VV. de las Planas de Sant Joan Despí. En las elecciones sindicales de Junio de 1.975. Formé parte del Comité de empresa por CC.OO. hasta el año 1.987. en donde pasé a la larga enfermedad y posteriormente a la jubilación, en la cual me encuentro en la actualidad sin pertenecer a ninguna organización de carácter sindical o político.