Antonio Martín Martín

Mi extracción social, familiar y educacional está en la antípoda no solo de mi ideología sino también de mi dedicación profesional y de mi actividad social.           
Nací en Ecija (Sevilla) el día 8 de Enero de 1929. Viví en el seno de una familia de labradores andaluces. Una familia de derechas, católica, de las de rosario en familia y sin ninguna tradición intelectual ni universitaria. Mi padre, un militar aviador de la primera época (aquellos cacharros de dos alas), hijo de labradores que murió en 1933 cuando yo tenía cuatro años. Mi madre, hija también de labradores, tuvo que sacar adelante a sus siete hijos menores de edad con una pensión de miseria, en una época difícil  en donde vivíamos con una modestia monacal.           
Mi familia, a pesar de su extracción social, no perteneció a la aristocracia sino  al campesinado que consiguió con su trabajo y esfuerzo un puesto honorable entre la burguesía terrateniente del pueblo, la nueva clase ascendente de la campiña andaluza. Una clase social que también fue victima de la política autárquica del franquismo con el abandono de la agricultura, sin maquinaria, sin abonos, sin los más elementales medios técnicos y además la pertinaz sequía.           
Con siete años comprobé la brutalidad de la guerra civil por parte de las tropas franquistas. Presencié el fusilamiento, en la Plaza de Ecija, de unos “rojos”. Venían atados a los guardabarros de unos camiones tras la conquista de Palma del Río en Agosto de 1936, por las tropas del General Queipo de Llano.            Acabada la guerra civil en 1939, con la victoria de los sublevados contra la legalidad Republicana, estuve unos seis años interno en un colegio de Jesuitas en Málaga. Viví el periodo de la posguerra en donde la población padeció verdadera hambre en la década de los cuarenta y parte de los cincuenta. Es en este periodo de tiempo cuando empezó a fraguarse mi rebeldía por todas las calamidades e injusticias cometidas por la dictadura franquista. La mayor parte de mi juventud, pues, transcurrió lejos del ambiente familiar, lo que favoreció mi espíritu critico e independiente.           
En Julio de 1953 conseguí la Licenciatura en Derecho por la Universidad de Zaragoza y termino la milicia Universitaria. Consigo por oposición un puesto en la Administración del Estado y llego a principio de 1959 a Barcelona como un emigrante más, por cuanto el salario que tenía no era superior al de un obrero.           
Hice los cursos de Doctorado en la Universitat de Barcelona entre 1960 y 1961, en donde conozco a la gente más interesante de la juventud universitaria e intelectual: Antoni Jutglar, J.I. Urenda, Pascual Maragall, Juan Gomis, Alfonso Comin, Albert Fina, Antoni Cuenca, Montserrat Avilés, J.I. Sardá, entre otros.           
Con algunos de ellos fundamos la Editorial Fontanella , que entre otros publicó la “Guía Jurídica para trabajadores”. Con los juristas nos colegiamos en el Colegio de Abogados de Barcelona y entro como pasante en el despacho de Antoni Cuenca en el año 1960, en donde ya estaba Albert Fina. Poco después  nos independízanos y nos dedicamos a la defensa y asesoramiento de los trabajadores. Al principio éramos pocos (Cuenca, Casares, Albert, Montserrat, Gil Matamala y poco más). El grupo se fue ampliando y llegamos a ser un equipo que nos regíamos por unos principios de solidaridad con la clase obrera, la lucha contra el franquismo, la denuncia contra las violaciones de los derechos humanos, etc. No hubo un solo acontecimiento social, político o clandestino en el que no estuviéramos implicados, como abogados, asesores, promotores o denunciante, Asesorábamos a los obreros en el ámbito laboral, en la defensa ante la Magistratura de Trabajo, en la Delegación de Trabajo, en los Tribunales Militares, en el Tribunal de Orden Público (TOP), en el orden civil, ciudadano y familiar.           
Yo me especialice, durante los primeros años, en este último aspecto y ante la presión de los municipios franquistas con sus planes urbanísticos, nos opusimos con las asociaciones de vecinos, que llegaron a finales de los años sesentas y principios de los setentas a tener una fuerza, una dinámica y un tremendo entusiasmo, porque era la fuerza del pueblo unido. Además, como eran organizaciones legales con sedes propias, fueron el refugio y amparo de los partidos políticos tan perseguidos.           
En mi despacho se constituyeron la mayoría de las AA.VV. de Barcelona, Hospitalet, El Prat de Llobregat, Sant Vicenç dels Horts, Sant Andreu de la Barca , etc. Entre los asuntos más importantes: la oposición al Plan Parcial de Collblanc Torrasa de Hospitalet, que llegó hasta el contencioso-administrativo en la Audiencia Provincial o la nueva planificación del barrio de Sant Cosme en el Prat de Llobregat; la erradicación de los barrios de barracas en Montjuich, Campo de la Bota , Pequín, la Bomba , el Carmelo etc.   Intervine como abogado defensor de los trabajadores en los conflictos de las empresas Elsa, Maquinista, Papelera Española, Lámparas Z y en numerosas pequeñas y medianas empresas. En el ámbito penal: Tribunales militares, el TOP (Tribunal de Orden Público), Juzgados de Guardia por detenciones, denuncias por malos tratos etc. Fueron años difíciles para todos, pero pletóricos por saber que realizábamos una labor importante en la que nos la jugábamos todo cada día y en especial los trabajadores. Fui socio fundador de la Asociación catalana de Juristas Demócratas de la que formé parte de la Junta Directiva y continuo como responsable de la Comisión de DDH (Derechos Humanos).           
En la actualidad me dedico al tema de los Derechos Humanos y de Cooperación con los países del Tercer Mundo. He participado en numerosos congresos sobre la paz y el desarme en América latina, el abolicionismo penal, en el libro blanco sobre la justicia en América central, en el informe sobre ENDESA en Chile por la construcción de una presa en territorio mapuche en representación del Parlament de Catalunya, en muchos encuentros internacionales en representación de la ACJD. Formo parte de la comisión del 0,7 del Colegio de Abogados de Barcelona que lleva a cabo la aprobación de proyectos jurídicos para los países del Tercer Mundo en materia de DDHH. Participo en la Junta del Observatorio DESC (Derechos económicos, sociales y culturales). Varias Entidades me propusieron como candidato para Sindic de Greuges de la ciudad de Barcelona. He formado parte en la organización de encuentros internacionales tan importantes como la impunidad, celebrado en Barcelona.