Ángel Saavedra Zurita
En el aciago año de 1939, que se consumó el golpe militar fascista
de Franco, nace el último de los 6 hermanos de la familia Saavedra, en la
estación de Guadix, (Granada) el 21de mayo.Mi padre Juan Saavedra Jiménez,
ferroviario de profesión, fue el primer represaliado de mi familia por el
estrenado estado fascista, “depurado” (despedido) por rojo, su “delito” haber
pertenecido a
la UGT
durante la 2ª República, lo perdí cuando tenía poco más de un año.
Mi madre; Esposa y madre
abnegada, atendió a mi padre en sus últimos 3 años de vida en cama,
accidentado, antes del despido de Ferrocarriles Andaluces, sin ingresos
económicos y alternando con la fabricación de pan en el horno de Alcudia de
Guadix.
100 kg
. de harina para hacer pan, que vendía para conseguir
ingresos económicos para la casa de forma diaria. La miseria y el odio que
trajo la guerra civil hoy día aun persiste, el ejemplo lo tenemos en el P.P. en sus actuaciones políticas.Hasta los 10 años, mi infancia
transcurre sin darme demasiada cuenta de lo dura que era la vida del pueblo
andaluz, y es a partir de ese tiempo cuando mi vida cambia, me llevan al
Colegio de Huérfanos de Ferroviarios a Madrid.
Siete años de interno dejan
huella en mi. Fuera de mi familia la única ventaja que
obtengo es que realizo estudios de Formación Profesional en la especialidad de
encuadernador.
La experiencia de interno es
equivalente a 7 años de “mili”. A tan temprana edad tienes que aprender a
valerte por ti mismo, se forman tus sentimientos sociales y políticos de manera
clara y contundente.
Cuando volvía a Guadix por
vacaciones asistía a reuniones en la “zapatería de Carmelo”, tallercito que
como sala de debate, se trataban cuestiones sociales, políticas, o
acontecimientos militares como las invasiones de Indochina, Corea…
Terminados mis estudios con 18
años puse un taller de encuadernación en Guadix, sólo me sirvió para comprobar
la miseria que vivíamos en Andalucía. Si difícil era tener dinero para comer,
mas difícil resultaba poder tenerlo para gastarlo en encuadernar libros. Poco
más de un año duró el taller, después, ¡¡objetivo Barcelona!!.
Con 19 años y mi maleta de madera subo al tren
en la estación de Guadix y tras 24 horas de viaje llego a la estación de
Francia. Corría el año 1958, lleno de ilusiones de juventud,
empiezo a toparme con la dura vida de obrero “novel” en Cataluña.
Me instalo en casa de mi hermano
Francisco Saavedra (después a él también
lo detendrían y de cárcel en cárcel terminó en la de Granada). Su delito de
nuevo, ser cofundador de las CC.OO. ferroviarias de Granada, enlace sindical,
vocal nacional de RENFE. Hace unos meses en San Pere de Rivas fue despedido por
familiares y amigos con el canto de
la Internacional. Busco
trabajo a través de
La
Vanguardia
y aquí tenemos a Angel con 14 ó 15 horas diarias
de jornada, los sábados 10 u 11 y domingos 6 o 7. En el viaje “descansaba” 2
horas en el tranvía de Pueblo Nuevo a
La Bordeta.
Con todo lo duro que lo pasé eso
no fue lo peor, lo peor es que tuve que trabajar sin “cartilla” de
la Seguridad Social
hasta transcurrido casi un año, querían y apreciaban mi trabajo, pero mi producción de estudiante NO, tuve que
adaptarme a producir mucho más, de esa forma me dieron de alta en
la S.S.
el 8 de mayo de 1959 y
así hasta el año 1962 en “Encuadernaciones Batlle”.
Pero la fecha clave de mi vida
fue el 28 de abril de 1962. Entro a trabajar en Ediciones Ariel de Esplugas de Llobregat., aquí conocí a luchadores antifascistas de la
talla de Angel Abad, condenado a 12 años en consejo de guerra, fué en el ultimo
estado de excepción del dictador.
De nuestros tres patrones Sres.
Argullos, Joan Raventós (después diputado y presidente del Parlament de Catalunya) y Casagmilia, éste último se portó fenomenal con
Abad, llevándole trabajo de traducción de libros a la cárcel y pagándole un
abogado y a mi (cuando la político-social nos vino a buscar a la empresa)
avisándome en casa, para que no apareciera por el trabajo, por desgracia a él
lo detuvieron, yo tuve suerte y escape de otra posible condena en el mismo
juicio que Abad.
Del 1962 al 1972 fue mi etapa
sindical, conozco a mi compadre (así nos llamaban) Antonio González Merino en
las Planas y después a Andrés Márquez en Cornellá. Para poder conocerlos
primero tuve que ir con mi hermano Alfonso a Tarrasa, sabía por mi hermano
Miguel que vivía allí, que a través de Cipriano García (Cipri para los amigos)
¡POR FIN! podría contactar con Comisiones Obreras. Entro en contacto con CC.OO.
en una asamblea en Torrebonica, en ella hablo con Cipri y aparecen en mi vida
Antonio y Andrés que van a visitarme a mi casa en la calle Mariano Benlliure de
Cornellá.
Mi compadre Antonio y amigo
Andrés, son los que al poco tiempo de tratarnos e ir juntos a reuniones y
asambleas, les deje claro que quería “lo
otro”, ésto se transformó en mi ingreso en el partido, ¡Nuestro querido
PSUC!.
Como sindicalista, mi trabajo se
combina lo legal con lo ilegal, fui enlace sindical y vocal provincial durante
muchos años. En CC.OO. mi estancia antifascista esta llena de sobresaltos y
recuerdos, como político en el PSUC pertenecí al Comité Comarcal del Baix
Llobregat, en casa hubo reuniones clandestinas que no puede asistir por ser de
otra organización superior a la mía.
Recuerdo con cariño y
satisfacción una asamblea de “cargos” sindicales en el cine de Esplugues de Llobregat. en la que pedí la palabra para, (saliéndome del orden del
día) informar del encierro en la mina y la huelga de los mineros asturianos del
62. Me di la satisfacción de decir ante más de 1000 personas… “ni Franco ni
ninguno de sus ministros tiene dignidad y vergüenza cuando decretan el salario
oficial para España de 60 ptas…” me pretende callar la mesa y pido a la sala si
sigo hablando… “sigue, sigue” gritan… en esta alguien grita… “que vienen los
civiles…” fue curioso, en unos segundos el cine quedo vacío y no pudieron
detener a nadie.
Luego vinieron más asambleas…
Fuensanta, Barcelona, Almeda, Tarrasa, Gavá… también en distintas iglesias.
La Solidaridad
y
recolectas económicas para presos y huelguistas del Bajo Llobregat, Tarrasa,
Madrid, País Vasco…
Otro momento crucial fue la
asamblea de 3 días y 2 noches seguidos de CC.OO.,
la Nacional
de Cataluña, nos
reunimos en un Monasterio a las afueras de Manresa para preparar
la Huelga General
de
Cataluña.
En 1973 decido trabajar como
autónomo, pongo un taller de encuadernación, sigo colaborando y militando en el
PSUC, siendo en un tiempo secretario político. Empieza otra etapa de mi vida en
mi trabajo y para el movimiento ciudadano.
Soy cofundador de
la AA.VV. Las
Planas y de
la de padres de alumnos del colegio Juan Perich Valls, fuí muchos años su
presidente y la de vecinos desde su fundación en junio de 1971 hasta mi marcha
de Cataluña a Granada el verano del 1982 estuve de presidente.
Momentos significativos de
la Asociación
de Vecinos
fue la petición al último alcalde del franquismo Sr. Babot, la adhesión de Sant
Joan Despí por la amnistía laboral general, la huelga y corte de la avenida de
Barcelona al tráfico con el cierre de empresas, iniciada por las mujeres de las
Planas contra la cementera Pioner y las calles sin asfaltar, fueron la espoleta
que provocó la movilización, en una asamblea vecinal en la misma Avenida de
Barcelona el alcalde tuvo que dar la cara y comprometerse a dar soluciones a
nuestros problemas, se asfaltaron las calles sin pagar los vecinos y pusieron
medidas correctoras en
la
Pioner.
La “Brigada ciudadana”, que con
nuestro trabajo voluntario y desinteresado hicimos aulas para escolarizar a
nuestros hijos en una nave industrial (no sería justo sino recordar la
colaboración del Teniente de Alcalde Sr. Valdiri Olivé, con su apoyo para el
asfaltado de calles y construcción de aulario con su dotación de mesas, sillas,
maestros…).
Como no recordar al “abuelo” por
su dedicación de abrir cada día
la Asociación
, o la entrega abnegada de todas las
Juntas que tuve el honor de presidir, sin ellos y los vecinos apoyándonos
la AA.VV. Las
Planas jamás hubiese conseguido tantos logros. Mi mas grato recuerdo
al vicepresidente Manuel Ventura por su tenacidad, trabajo y honradez.
Recuerdo el acto para recibir al
Sr. Candel para que nos explicara que significaba la candidatura de la “Entesa
de los Catalans”.
En mi etapa de Presidente de
la Asociación
de Vecinos
formé en la candidatura del PSUC en las primeras elecciones municipales que
ganamos la alcaldía de Sant Joan para el PSUC de forma aplastante.
En ese tiempo se produce mi secuestro y detención, junto a otros 23 compañeros del Baix Llobregat, ordenado por Martín Villa, gobernador civil de Barcelona, que como
la de cientos de compañeros/as, no ha
pagado en los tribunales, los trabajadores no éramos el “caso Marei”, ni
nos detenían los GAL. Era la policía político-social fascista.